viernes, diciembre 02, 2005

Smoke! Smoke! Smoke!


Nunca he sido fumador. Fumo alguna vez para hacer el tonto en alguna fiesta, bacanal o derivados, unas veces tabaco y casi nunca marihuana.

Reconozco que no me resulta especialmente molesto el ser fumador pasivo, excepto cuando se ponen a fumar todos como chimeneas en el despacho que comparto con varios técnicos (topógrafos y delineantes) y al llegar a casa me tengo que meter en la ducha vestido y así aprovecho para quitarme el olor a tabaco desde el pelo hasta la ropa.

Hoy, mientras compartía mi comida diaria con mis compañeros y compañeras de trabajo, he visto con cierta sorpresa que de seis que éramos en la mesa (4 mujeres y 2 hombres) fumaban todos menos yo y también me ha parecido curioso que dentro de lo observador que de vez en cuando soy, he echado una ojeada al resto de mesas y ha resultado que nadie en ninguna de ellas estaba fumando.

Hace unos días le preguntamos a la dueña de dicho restaurante que qué pensaba hacer con lo de la ley que va a prohibir fumar en sitios públicos. Su respuesta fue la respuesta que en realidad da casi todo el mundo: No sé. No lo he pensado.

Es decir, sabemos que en sitios oficiales si se va a prohibir del todo, pero ¿qué va a pasar en una oficina como en la que yo trabajo ahora mismo?.

Es una oficina provisional; de hecho es un chalet, pero podía ser una caseta de obra que aunque hoy en día están perfectamente acondicionadas, no dejan de ser habitáculos temporales para lo que dure el trabajo o la Obra en cuestión. ¿Se aplicará allí la ley?. Aunque a mi me moleste el humo de mis compañeros. ¿Los denunciaré?. No creo. Y si lo hiciese. ¿Los meterán en la cárcel… por supuesto sin tabaco?. ¿Tendrán la suficiente educación o disciplina o fuerza de voluntad para dejarlo y convertirse en probos ciudadanos?.

Mientras tanto las tabacaleras –más inmorales que nunca- se dedican a sacar cigarrillos baratos para enganchar a los jóvenes que luego van a tener que fumar a escondidas como proscritos, poco menos que como criminales.

Para endulzar el supuesto principio del fin, ahí va una vieja canción de los años 40, interpretada por Tex Williams llamada: Smoke! Smoke! Smoke! (That Cigarette).
Disfrutadlo!.

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11 comentarios:

Antonio Martínez Ron dijo...

Me acabo de fumar un celta sin boquilla mientras escuchaba esta deliciosa canción. Hacía cuatro años que lo había dejado. Gracias.

Vitore dijo...

Me han dicho que van a sacar Fortuna de liar. O sea con un poco de Fortuna va a parecer que te estás haciendo un peta. De nada aberron

Grismar dijo...

Yo me acabo de fumar un 338 (léase transporte público aprobado por varios ministerios) así que no hubo nada mejor que llegar a mi casa y encender un cigarrillo.
Si a mí me molesta en humo del 338 (entre otros) ¿los denunciaré? Ah, no, no hay ley que los prohiba.

Anónimo dijo...

Veamos.

Por una parte, al parecer no es cuestión del trabajador, sino de la empresa. Es decir, yo no te puedo denunciar a ti, pero si pillan a la empresa no respetando la ley antitabaco, se le puede caer el pelo. Lo malo de eso es que la empresa se puede poner bastante dura, y lo bueno es que los que no somos fumadores evitamos enfrentamientos innecesarios. Porque, la verdad, a mi no me suele molestar, pero siendo asmático, a veces me toca las narices que alguien se ponga a fumar a mi lado. No sé, no quiero ser radikal, ¿pero me tiro pedos yo? (la respuesta es no)

Y respecto a lo de las tabacaleras, nen, eres un idealista. ¿Qué esperabas que hiciesen?

scape95 dijo...

A mí me vendrá bien esa Ley: soy fumador, y quizá la amenaza de cárcel o ejecución en silla eléctrica me haga fumar menos o dejarlo. ;)

Vitore dijo...

grismar: Es que los autobuses o colectivos... ¡Esos si que gastan malos humos!. Aquí en Madrid hay unos pocos de Hidrógeno y otros de gas, pero los demás ahuman y encima nos empeñamos en "cogerlos" que como sabes aquí es otra cosa.

sebastiandell: Pues sí, soy tan inocentón que jamás se me hubiera ocurrido pensar en la artimaña de las tabacaleras.

scape95: Por lo menos que te dejen echar un pito antes de meterte en la silla eléctrica.

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

Yeah!! a mi ahora me apetece fumar...
Que mundo contradictorio.
Se ha convocado una "gran fumada"

DñaGraja dijo...

Pues yo paso ya del tema, a mi entender sacado de madre, lógico prohibir fumar en lugares donde otros tengan que aguantar humos que no desean, pero los fumadores también tienen derechos, y deben tener sus rincones eso de que se dejará de fumar, así por "ojones", es una milongada...

Harry.c dijo...

Yo, cada vez que sale este tema tema, me acuerdo de un día en una pizzería de Compostela: a pesar de ser enorme, no había sitio para 'no fumadores', y, aún con la comida en la mesa, mi novia y yo tuvimos que aguantar el humo constante de un puro desde la mesa de al lado. ME ALEGRO DE QUE ESTA SITUACIÓN NO SE PUEDA VOLVER A REPETIR.

Por otra parte, en los lugares de trabajo, habrá que buscar la tolerancia mutua, y si las empresas pueden habilitar una sala para fumadores, sería ideal.

En cuanto a los pubs y bares, me parece horrible que no se pueda fumar.

Para terminar una incógnita: se podrá fumar en los cajeros de los vídeo-clubs? Y en las casas de citas?

Anónimo dijo...

La restricción del hábito de fumar me parece sensata. El derecho que yo tengo de hacerlo -como lo hago- termina donde comienza el de quien no lo hace, sea por no fumador o por evitar una recaída en el vicio.

Ya no suelo encender un cigarrillo, como antes, en restarantes, bares u otros lugares públicos (ni hablar de sanatorios, escuelas, bancos, etc.) porque es notorio que el humo -necesariamente- molestará a alguien. Me molesta a mi, de hecho, en lugares cerrados sin ventilación suficiente. Tampoco lo hago en ciertas áreas de mi casa, como los baños, los cuartos, etc.; y en mi oficina solo se fuma en mi despacho, a ventanas abiertas así el frío te parta.

Imagino que esta campaña, con fines nobles -por supuesto-, se tornará tan salvaje y discriminatoria como lo fue en otras épocas la costumbre de fumar, porque daba clase o glamour, según se vea. Hoy las cosas están cambiando, y habrá que adaptarse. Si no se puede, no se puede; hay que pensar que tampoco es bueno llenar el nido de humo así porque así.

Pero ya que estamos tan legalistas, también es lógico suponer que las autoridades la emprendan contra el flagelo de la droga (sólida, líquida, gaseosa, etc.), cortando el hilo por su parte más gruesa. Ley pareja no duele.

Anónimo dijo...

yo me lo agunte el humo, y el olor del puro esta bueno