miércoles, marzo 29, 2006

Train lag


Hace unos días, cuando leía que a Cobre también le gustaban los trenes en respuesta a mi invitación al penúltimo de los memes a los que nos vimos abocados, recordé lo que me han fascinado esos monstruos de hierro toda mi vida.

Puede ser que haya un gen desconocido que haga que si tu abuelo ha sido ferroviario, a ti te encanten los trenes. Al fin y al cabo, está comúnmente aceptado que si uno de tus ancestros ha sido pintor, tú heredes cierto arte pictórico, aunque sea para poner gotelé al cuarto de estar.

El caso es que ya de pequeño me encantaban (como a muchos otros niños; también es verdad) los trenes. Nos íbamos mi abuelo, mi hermano y yo a la Estación del Norte y el abuelo, tan ferroviario como siempre fue y nunca dejó de ser, nos explicaba los entresijos de los cambios de aguja, los sistemas de enganche de los vagones, por qué y cómo andaban los trenes... Pero lo que más me gustaba sin duda era acercarme de la mano de mi abuelo a aquellas locomotoras de vapor, tan majestuosas, tan poderosas, tan bellas. Qué pequeño se podía sentir un niño como yo ante tanto hierro, tanto vapor, tanto carbón. Algún día nos quedábamos hasta que un tren salía hacia Irún o La Coruña o Bilbao y el Jefe de Estación daba el permiso para la salida y la locomotora silbaba y empezaba a sonar esa música acompasada de vapor y humo que ya si que la convertía en una maravilla.

Cuando íbamos a veranear a Beasaín; el pueblo natal de mi madre y donde; por cierto; hay una fábrica de trenes llamada CAF (¡vamos atando cabos ferroviarios!); era tal la excitación que sentía, que era incapaz de dormir en todo el viaje que solía ser de noche y que duraba 10 o 12 horas. Mi hermano y yo nos apuntábamos –y aprendíamos- todos los nombres de todas las estaciones de todos los pueblos por los que pasábamos, parásemos o no. Así, con el acompañamiento de las ruedas sonando rítmicamente en los raíles, sabíamos en todo momento donde estábamos y si llevábamos retraso –también anotábamos los horarios de paso- y si faltaba mucho para el cambio de locomotora en Venta de Baños.

Cuando llegábamos al destino después de tantas horas, se sentía una especie de sensación de jet lag que puede que en aquella época ya existiese, pero que en mi mente infantil –aún no había subido en un avión ni por supuesto había hecho ningún viaje transoceánico- se podría definir como train lag.

lunes, marzo 27, 2006

no blog


Aunque esta mañana estaba bastante liado con unos planos de esos que yo llamo “para los políticos” y que consisten más que en planos en sí, en una especie de carteles con mezcla de datos, fotos y dibujos técnicos, me he asomado a mi blog para ver si alguien había comentado algo al respecto de lo que fuese.

Al entrar en él, sólo me aparecía el fondo que en su día elegí con los círculos de colores y que mi poca pericia en programación ha hecho que ese prediseño siga siendo el de mi página probablemente para los restos. El caso es que no aparecía ni una entrada, ni un enlace a blogs que leo, ni mi foto con la guitarra... nada, solo los círculos de colores.

Me he puesto a pensar que era una sensación como de quedarse mudo, o dormido, o amnésico. Reconozco que me ha dado un poco de vértigo, no tanto el hecho de perder las entradas que en estos meses he lanzado al viento, sino la costumbre de escribir en él y la de leer lo que otras gentes escriben/escribís en otras ventanas, en otras casas.

Espero que si un día un virus, un hacker o cualquier desaguisado técnico impiden que siga escribiendo, leyendo o comentando por aquí y por allá, por lo menos me pase como al poeta. Que me quede la palabra.

jueves, marzo 23, 2006

meme5

Mi bella amiga Wendy-mujer-tirita me propone uno de estos memes que pululan por los blogs de dios y que con gran alegría y especial alborozo corro a contestar, pues entre que estaba leyendo la edición digital del periódico El País y entre que no me apetecía mucho (casi nada) escribir una entrada, esta propuesta es un acicate para publicar. Gracias.

Hace 10 años yo... Estaba a 23 de marzo de 1996. Eso lo tengo claro. También tengo claro que en una Obra en la que estuve conocí a dos mujeres fantásticas llamadas Estrella y Araceli; compañeras en aquella Obra y amigas para siempre desde entonces.

Hace 5 años yo... Visité por primera vez a harry.c en Galicia. Conocí a su novia Maruxa y ya de vuelta en Madrid me hice amigo de una chica fantástica llamada Wendy (no confundir con la tirita, esta se llama así de verdad) que había sido novia de harry.c y que por su trabajo me había conseguido los billetes de avión para Santiago. Es decir, en ese año o bien conocí (Maruxa) o bien me hice amigo (Wendy) o bien entable una relación más directa (harry.c) con tres personas imprescindibles.

Un año atrás yo... Llevaba en la empresa donde trabajo ahora unos 4 meses. De la gente de ese trabajo, con quien más contacto tengo es con mi compañera Toñi que se ha convertido en una muy buena amiga.

Ayer yo... Quedé a comer con una persona de la que hablé aquí hace algunas entradas y a la que quizás técnicamente no podría llamar amiga. Estoy hablando de Dori, antigua compañera de trabajo, cantante en sus ratos libres y con la que quedo eventualmente. Ayer estaba tan bella y tan simpática como siempre. Nos reímos un montón. Hablamos de los viejos y de los nuevos tiempos y prometimos vernos más seguido.

5 lugares especiales para mí:
Madrid.
Donostia.
New York.
La Mar.
Cualquier tren.

5 alegrías para mí...
Una sonrisa; ya sea de Estrella, Araceli, harry.c, Maruxa, Wendy, Toñi, Dori....
Un fin de semana lleno de actividades.
Un fin de semana para mí.
Ver llover desde mi terraza y oler esa lluvia.
Una cervecita sin prisas.

5 juguetes favoritos...
¡Mi triciclo!.
Aquella pelota que parecía el planeta Tierra.
El tren eléctrico compartido con mi hermano.
Un juego que tenía de construcciones (antes de Exines y Tentes)
Horas y horas jugando al ping pong.

5 personas a las que les paso esto...
tunia
e-jay
Cobre
Antes de la lluvia (a los dos o a uno sólo)
sebastiandell

lunes, marzo 20, 2006

Psicología materna

Hoy, mientras veía y escuchaba los venablos que el Presidente de Venezuela lanzaba contra el de Estados Unidos de Norteamérica, he recordado –aún a sabiendas de que no tiene ninguna relación- un consejo que me dio mi madre una de las primeras veces que me tuve que enfrentar a uno de esos exámenes de una de aquellas asignaturas que no por conocida o relativamente dominada, no dejaba de ponerme esa especie de opresión en el estómago, en el corazón, en los pulmones, en casi todos los órganos del pobre niño que yo era.

Con esa psicología que sólo las madres conocen, me dijo: “Tú no te pongas nervioso; piensa que el señor que te va a examinar también habrá sido niño y habrá pasado sus nervios... ¡ah! y otra cosa: piensa que por muy importante que sea el examinador, hace caca y pis como tú.”

Al escuchar aquel consejo tan lógico al principio y tan escatológico al final, no tuve más remedio que estar de acuerdo ante tanta verdad junta mientras sonreía con aprobación y reconocimiento a la sabiduría materna.

Así, al entrar al campo de baloncesto del Instituto Ramiro de Maeztu, convertido en gigantesca aula improvisada donde miles de niños nos íbamos a enfrentar al examen en nuestros minipupitres, vi; allá en su tarima; a los miembros del tribunal examinador, tan seriecitos, tan en su papel, tan adultos, tan gafotas..., cerré unos segundos los ojos y me los imaginé –mientras aguantaba la risa- iguales de serios, pero esta vez en el inodoro.

Ni que decir tiene que el examen se me hizo mucho más divertido, creo que aprobé con un 7 o un 7,5.

Qué se sepa pues en el Universo: Bush y Chávez y todos los Presidentes de todas las Repúblicas y todos los Generalotes Dictadores y el Rey de España y la Reina de Inglaterra y Miss Universo hacen pis y caca.

Aún así; todos ellos tienden a creerse distintos de los otros humanos y del resto de animales de la Tierra. Por desgracia, hay quien se lo hace creer y no osa sacarlos de su error.

miércoles, marzo 15, 2006

objetos perdidos



En estos días, el Ayuntamiento de Madrid ha organizado una subasta de objetos perdidos entre el año 1924 y el 1970. Hay desde una pulsera de platino llena de diamantes que sale por 1500€, hasta piezas “de lo más variopinto” –como dice la noticia- que valen 1€.

Estos objetos son los que me interesan, no tanto por pujar por ellos; que no; sino por un sentimiento más bien nostálgico. La verdad es que me suelen fascinar los objetos más o menos antiguos. Me gusta pensar en historias relacionadas con ellos. Desde la rocambolesca vida de la pluma estilográfica del capitán de cualquier barco mercante que viajó y viajó por todos los mares, y que casi ella sola apuntaba coordenadas y nudos y estribores en el cuaderno de bitácora, hasta la del botón de la camisa de la dama que cayó intentando agarrarse al minúsculo hilo que lo sujetaba a la prenda arrancada con pasión por el amante y burlador del marido capitán de barco mercante...

Me dan un poco de pena también esos objetos que han sobrevivido en un cajón como esa lupa con su cristal de aumento perfectamente tallado que se aburrió y que lloró sin que ningún ojo la acariciase y ella; agradecida; le devolviese un mundo mayor.

Ahora se subastan miles de objetos, cuya vida -indescifrable para nosotros- tenía sentido mientras eran objetos perdidos. Ahora que son objetos encontrados y subastados en e-bay su existencia es absurda pues ya no pueden ensoñar con lo que fueron. Habrá medallas y horquillas y broches, juntos durante siglos en un joyero que habrán sido cruelmente separados para formar parte del lote de “cosas” que salen a subasta por 1€.

Si yo fuese un objeto perdido, me volvería a perder con mi amiga la estilográfica marinera, con mi amigo el botón que nos cuenta esas historias tan eróticas (pues se encajó al caer en una rendija del parquet y vivió muchas noches de camisas desgarradas) y desde luego con la bella lupa, que si miras por ella ves un mundo mayor.

domingo, marzo 12, 2006

Autobuses


Ayer, mientras iba acompañado de mi hermano Juancar para ir a tomar un café con nuestro amigo “de toda la vida” Jose (sin acento en la e), tuve uno de esos instantes de videncia “de cinco segundos antes” que consistió -en este caso- en saber que un autobús de la línea 146 en el que íbamos a subir, iba a pasar (y pasó) a una distancia perpendicular tal con respecto a la calle por la que bajábamos que incluso si hubiésemos podido trazar a grandes zancadas una hipotenusa que uniese nuestro punto en ese momento (A) con el vértice opuesto del cateto mayor (C)=(la parada del bus) y aunque se dio la circunstancia positiva para nosotros de que el semáforo anexo a la parada estaba en rojo (esto no lo previó Pitágoras); cuando llegamos al ángulo de 90º (B) que es el que une ambos catetos, solo pudimos ver como el bus esperaba un rato al semáforo en verde (C) y se escapaba de nuestra vista y desde luego de nuestra ni siquiera iniciada carrera.

Por suerte; en el barrio (como en la vida); siempre viene otro bus más tarde o más temprano. Somos nosotros los que a veces sentimos miedo de montarnos en uno que no sabemos dónde nos llevará y lo dejamos pasar para coger nuestro seguro “146”.

Aunque; por otra parte; también es verdad que hay líneas de autobuses cuyo recorrido ni siquiera intuimos y en los que a lo mejor sí subiríamos si supiéramos por dónde pasa esa ignota línea....

jueves, marzo 09, 2006

rogotta

Dentro del tipo de relaciones que se pueden establecer cibernéticamente, voy a hablar de una cuyo desarrollo me sorprendió desde el principio hasta el fin.

Conocí a rogotta (su nick) en una época en la que me gustaba entrar a una página web en la que se jugaba al afamado pasatiempo llamado Trivial. Entrábamos casi cada noche junto con otros tres o cuatro jugadores tan perennes como nosotros.

Pronto surgió una especie de complicidad y durante un tiempo en el que la página fallaba casi constantemente, nos dimos nuestras respectivas direcciones de Messenger para poder hablar.

Y vaya si hablamos. Hablábamos todas las noches con los otros compañeros. Cuando aquellos abandonaban el chat; rogotta y yo seguíamos conectados a veces hasta la madrugada. No se trataba de una de esas relaciones amorosas –totalmente respetables- que se dan por Internet, sino de esa especie de amistad en la que -con alguien desconocido- se establecen unas conversaciones en las que alguna vez tuve que sacar mi artillería pesada para librar a rogotta de sus depresiones o neuras y que casi solo se pueden dar con esa intensidad en un entorno tan sui generis como el de Internet.

Nos contamos muchas intimidades, muchos secretos confesables o no, muchas ilusiones y también desilusiones, muchos miedos y fantasmas del pasado, me mandó fotos y yo a ella, supe su nombre real (Rosa) y su profesión (cardióloga) y hasta donde trabajaba y vivía (A Coruña). Le gustaba que la llamase “niña”. Decía que le hacía sentirse bien, que la protegían mis palabras y mis bromas o consejos o lo que fuera.

Un día desapareció. Sin dejar rastro. Le mandé correos a su hotmail hasta que el sistema me dijo que esa cuenta ya no existía. Pasaron los meses... Ya hará dos años y poco de esto.

Puede que debiera haber llamado a su trabajo. Pensé que no tenía derecho pues nunca nos dimos nuestros teléfonos y además me dio miedo que me dijesen que hubiese muerto (es que a veces me sale la tragedia de la España profunda).

Al final prefiero pensar que a lo mejor no era tan especial, que a lo mejor fingía risas y llantos y debilidades y sentimientos (como solo se pueden disimular en la red) o que se echó un novio muy guapo y ya no necesitó de mis palabras o que decidió tirar su ordenador o que se fue a curar corazones a un país que ni aparece en los mapas.

Pues eso niña rogotta. Mientras duró estuvo bien. Saludos con cariño desde esta bitácora.

lunes, marzo 06, 2006

Travis parece que tiene resaca

Mi hermana tomó este video de nuestro gato Travis. Sí; el que es dueño del 4ºD y que a mi me deja vivir en el 3ºE.

El caso es que el señor Travis, independiente como todos los gatos, tenía una sed indescriptible que más parecía propia de la consecuencia de la resaca de una noche de farra, que del simple capricho por beber del grifo -cuyo deseo expresa con un maullido especial-.

Como se ve, solo interrumpió la ingesta del líquido elemento cuando escuchó el ruido de la puerta de la calle. Prestad atención a la banda sonora: el ruido de la lengüecilla y la tele a toda pastilla.

El video está un poco deforme, pero espero que os guste a los que lo veais.

sábado, marzo 04, 2006

El café de las 8:30

Como ahora trabajo a pocos minutos de casa, me puedo permitir el pequeño lujo de levantarme a una hora no muy madrugadora; las 7:40. La hora de entrada oficial es a las 9:00, por lo que podría incluso dilatar algo esa diana, pero como ya conté hace muchas entradas blogueras, me gusta tomarme un café con mi compañera y amiga Toñi y luego irnos juntos al trabajo.

Ayer; cuando bajaba por mi calle camino del parking, asistí a la siguiente escena:

Madre: Hija; ¡suerte con el examen!.
Hija (unos 11 añitos): ¿Qué? (bostezando).
Madre: Que digo que suerte con el examen de hoy.
Hija: Ah...Sí...Gracias (dicho sin entusiasmo).

Mientras observaba a otra madres con otros niños, los coches, las casas, la calle..., pensé en lo tontos que somos los humanos, que en vez de dedicarnos a retozar por esos campos de dios, comiendo las bayas que árboles amigos nos ofreciesen y sesteando cada dos por tres, nos hemos dedicado a crear un mundo de plástico, antinatural, artificioso y que encima hemos inventado el cole, el trabajo y lo que es mucho peor: el dinero.

Porque esa pobre niña, como tantos otros niños, aprobará o suspenderá el examen, pero desde ahora hasta siempre, tendrá que ir superando exámenes tontos, profesores tontos, trabajos tontos, jefes tontos, reyes tontos, presidentes de repúblicas tontos... Vida tonta en fin aderezada ya de noche con la bien llamada caja tonta.

Cuando llegué a tomarme el café con la compañera Toñi, decidí que ese corto instante, era el momento menos tonto del día.

Ojala nunca más se estropee la máquina tonta del café, ojala no se vaya tontamente la luz y nos tengamos que beber un descafeinado tonto con leche fría y sentarnos como tontos ante nuestros tontos ordenadores, muertos sin electricidad, inútiles sin watios ni voltios que los revivan.

Es sábado, son las 12 y pico. Voy a tomarme un cafetillo. Salud.

miércoles, marzo 01, 2006

Memefuneral

A mi buen amigo harry.c se le ha ocurrido un meme un tanto curioso y algo tétrico sobre las 5 cosas que no te gustaría que hubiese en tu funeral.

Esto no deja de ser un juego, pues me guste o no lo que hagan en mi funeral –si es que se les ocurre hacer tal cosa a los vivos- lo harán o dejarán de hacer a no ser que yo haya dictado unas NO ordenes al respecto.

Pensándolo bien, casi me es más fácil imaginar algo que me gustaría que se hiciese en mi enterramiento que algo que no quiero que se haga....

Lo que mis supervivientes decidan, también depende de como haya yo fallecido, porque no es lo mismo morirse en “la flor de la vida” que es mi caso actual, que con 98 años, que a esa edad, a lo mejor ni siquiera hay supervivientes, siendo yo el último hombre sobre la faz de la Tierra.

Dicho esto; ahí va lo que no quiero/si quiero que se haga/no se haga en mi funeral:

1- No quiero falsas alabanzas y menos si vienen de un sacerdote, que con toda su buena fe y para aliviar a mis afligidos familiares y amigos, ensalce mi figura y mi vida hasta convertirme en San Vitore.
2- Por no querer, tampoco quiero esa música sacra, de órgano, tan sosa. Prefiero que una banda de Dixie, interprete a un ritmo más bien “uptempo” una canción como la que acompaña esta entrada.
3- Como no quiero que nadie lleve luto por mi, me gustaría que me honrasen vistiendo una galas como de boda y luego se fuesen a comer a mi “salud”.
4- No quiero que dejen mi habitación “como si nada hubiera pasado”. Que por lo menos hagan la cama. Qué menos.
5- En esto coincido en parte con harry.c. No me gustaría que nadie se entristeciese más de lo normal, sino que recordase las risas que hemos pasado. Pero vamos, que no se pongan a dar palmas nada más morirme, que aparezco disfrazado de Cupido y se cagan del miedo.

Le voy a pasar este meme a mi amiga tunia, que como buena andaluza, le dará mal fario y no lo hará... O sí, que cualquiera entiende a las andaluzas.