sábado, junio 16, 2012

Odio la tele

Esta tarde de sábado, sin mucho que hacer, he redescubierto por qué no me gusta la tele.

El análisis es tan simple como el sistema digestivo de un coleóptero. 
No veo la tele no por falso cultureta, sino por una simple razón. Me jode enormemente que corten con anuncios cada cinco minutos y si encima la película mereciese la pena, quizás tendría un pase, aunque la verdad es que si estuvieses echando un polvo y te cortasen cada cinco minutos y te dijesen que ese polvo te lo patrocinan unas pastillas de Ariel para el lavavajillas, preferirías lavar a mano y te cagarías en la puta madre de Ariel. 
Es decir, la bondad o maldad de la película, es igual para el caso que nos ocupa. 
Es una hijaputada que te corten lo que sea, la película, el polvo o el propio pene cada cinco jodidos minutos.