miércoles, noviembre 30, 2011

kilómetros

Anoche leí lo que ponía el contador de agua de casa, pues hoy venían a apuntarlo los señores del agua, pero como no iba a estar, lo apunté. Ponía 39999.9. Agachado aún, abrí un poco el grifo del fregadero y enseguida se pusieron los dígitos en 40000.0, aunque apunté en el papel que la compañía suministradora pega en el portal, la cantidad más simpática de 39999.9

Recordé entonces uno de mis mayores complejos, que escondo como puedo y que hoy comparto en esta bitácora, casi olvidada: el complejo de los pocos kilómetros.

Este complejo (por supuesto, de inferioridad) me viene desde hace muchos años. Desde que compré un flamante Seat 127 en el año 1976.

Hablara con quien hablara desde ese día, hasta hoy, ese interlocutor siempre tiene más kilómetros que yo. No importa que cualquiera de mis vehículos a motor pueda llegar a tener 154628 kilómetros. Siempre aparecerá el ser supremo que tendrá muchos más kilómetros que yo y desde luego en menos tiempo.

Ese es otro factor importantísimo, el tiempo. El tiempo combinado con los kilómetros, hace que me suma en el lodo de la frustración, en el hazmerreír de propios y extraños que me preguntan ¿cuántos kilómetros tiene tu coche? y yo: casi 50.000 (aunque tenga unos 38500), ya (dicen) pero ¿cuántos años tiene tu coche? y yo: pues dos años y poco (aunque tenga dos años y mucho)... indefectiblemente, el interlocutor de turno me dirá ¿sooolooo? ante mi aparente "aquí no pasa nada" que me va taladrando el orgullo cuando empieza a glosar sus kilometreces: Ah, pues mi coche tiene seis meses y ya tengo 80 millones de años luz y me he ido a Valencia en 15 minutos y he vuelto y me he hecho otros 50 mil años luz... 

Ese es ya el factor determinante que hace que me sienta como un caracol, como un ser vil sin posibilidad de recorrer ni un metro en 4000 siglos: la velocidad con la que todo el mundo parece ir a todos lados: pues el fin de semana me fui a Logroño y tardé muy poco; treinta segundos desde Madrid... 

¡Coño, porque a Logroño no va nadie un puto miércoles, ni un puto puente, ni nunca! 

¡Vete a Cullera el puente de mayo, so mierda, a ver si tardas, cinco minutos! jajajaja... 

Eso sí, vas a hacer muy pocos kilómetros ¡¡¡pero se te van a hacer muy largos, listito de los kilometritos y del tiempito de los cojones!!!