martes, febrero 26, 2008

El Debate

Que conste en Acta que está lejos de mi intención convertir esta bitácora en un foro político. Sin embargo, voy a opinar brevemente sobre lo que me pareció el debate pre-electoral entre los dos principales candidatos a ocupar la Presidencia del Gobierno de España.

Yo compararía los preliminares de este debate con todas esas alharacas que con demasiada frecuencia (y en todos los medios de comunicación habidos y por haber en estos comienzos del siglo XXI) nos instan a interesarnos, a deslumbrarnos con mensajes tan subliminales como directos, haciéndonos creer en una especie de triple salto de saltimbanqui, que lo que vamos a ver; en este caso; es “El Debate del Siglo”.

Yo, que ya voy siendo perro viejo, tiendo a no sentirme atraído por esas necesidades de tener que ver una serie de televisión, tener que escuchar una música inaudible o tener que ver una película porque ha recaudado millones de dólares.

Y es que este debate o el propio pre-debate, me ha seducido tan poco como me seducen las canciones de plástico que una cadena de radio fórmula llamada 40 Principales lleva años invadiendo las mentes de la gente y eligiendo como mejor grupo del año a unos impresentables sin estilo ni calidad como por ejemplo: El Canto del Loco.

El que a un hombre como yo, que ha vivido etapas brillantes y excitantes de la Historia reciente de este país, con políticos tan personales como contrapuestos, como juramentados en la consecución de una transición de una dictadura a una democracia, le intenten presentar este debate político entre “Sosoman Zapatero” y “Marionetaznar Rajoy” como algo interesante y políticamente atractivo, a lo único que me llevó fue al visionado de los nervios y titubeos de estos dos politiquillos de zarzuela y a sus peleítas de guiñol.

Pero como a pesar de ser ese perro viejo (de cuya condición me jacto) soy también un niño inocente como una margarita de un campo virgen, voy y me creo que sea quien sea el que gane las elecciones, va a intentar hacer cosas para que las buenas gentes vivamos felices y comamos perdices y no nos va a fastidiar ni los sueldos, ni las hipotecas, ni la compra, ni nada de nada. Amén.

viernes, febrero 22, 2008

Voy a ser vocal (la E)


Sólo cuando a uno le llega una notificación de este tipo, se da cuenta de que pertenece a un país, a una sociedad.

También piensa uno que le podía tocar la Lotería Nacional o la Quiniela de fútbol en el que caso concreto de que uno jugase a ello, pero esta vez ha sido que no me ha tocado nada en un juego de azar.
Esta vez me ha tocado ser Segundo Vocal (digo yo que seré la E) en una de las innumerables mesas electorales que el próximo 9 de marzo quedarán abiertas para que el pueblo español haga uso de su inalienable derecho a votar a sus representantes políticos durante la próxima legislatura y olé.

No ha hecho más que empezar la previsiblemente latazo campaña electoral y me ha llegado ya esta notificación, cuyo escaneo acompaña este post, junto con un Manual para los Miembros de las Mesas Electorales que como buen ciudadano he corrido raudo a leer con grandísima ilusión.

Lo primero que me ha llamado la atención es lo prolijo de las actuaciones a realizar por los afortunados elegidos entre los que me cuento. Cientos de papelotes, de listas, de certificados, de credenciales, de sobres y de listados, deben ser comprobados, sellados, firmados, copiados y comprobados
¡Qué bien nos lo vamos a pasar!

Está todo bien explicadito: si se produce cualquier eventualidad ajena al hecho en sí de la votación, hay una serie de normas a seguir para anular, aceptar, regañar o aplaudir las circunstancias que se puedan llegar a producir, como por ejemplo: Intentar votar siete veces, no llevar más documento acreditativo que la tarjeta de Amigos de la Capa de Castellón de la Plana o querer votar a mi gato, que es muy simpático.

En fin, que intentaré tomármelo con filosofía o con un poco de vino y cuando llegue el día, probablemente tenga material para hacer no una sino varias entradas con las anécdotas que por suerte o por desgracia se producirán en la mesa 96, Sección A del colegio de al lado de casa.

sábado, febrero 16, 2008

Choque

¿No os ha pasado alguna vez que cuando vais a doblar una esquina cualquiera, estáis a punto de chocaros con otra persona que se encuentra con vosotros justo en ese punto?

Esta mañana hemos estado a punto de chocarnos una mujer y yo.

Ella ha soltado uno de esos “uy” que a veces sueltan las mujeres, sobre todo cuando no van bien agarradas en el autobús y éste hace un giro inesperado o frena casi a fondo con el consabido “uy” que nunca falta en un autobús municipal, que quizás ponga a esas señoras el propio Ayuntamiento para dar ese toque de música “uyuyuy” que alegre el viaje y el interior de ese transporte que resultaría más aburrido sin esos “uys”.

Cada vez que estoy a punto de chocarme con una persona en esa u otra esquina cualquiera, me gusta pensar hasta que punto nuestras vidas han ido dando tumbos para que estemos a punto del choque. Me hace gracia imaginar y hasta dibujar mentalmente todos los movimientos que hemos hecho hasta el casi choque. Desde cuando nos hemos levantado cada uno de nosotros, hasta cuando íbamos a salir a la calle, pero justo en el portal nos damos cuenta que nos hemos dejado una carta o por utilizar algo más moderno (y que es justo lo que me ha pasado a mí) recibimos un sms en nuestro móvil y vamos respondiéndolo mientras andamos un poco más despacio mirando ya a la pantalla, ya al suelo para evitar pisar alguna caca de perro.
Otras veces he imaginado, que lo mismo que pequeños actos o falta de ellos, han hecho que estemos a punto de choque, quizás esos actos o su falta han hecho que hayamos evitado que se nos caiga una cornisa o un tiesto en la cabeza.

También me da por pensar que a lo mejor esta mañana esa mujer era la mujer de mi vida y por culpa del sms no me he chocado con ella para siempre. O era una arpía y tendría que darle gracias a Nokia por el sms salvador…

Y ahora me pregunto: ¿Esto lo he contado yo alguna vez en este blog?

Si es que sí, significará que el blog es casi como la vida, pues que levante la mano quien no haya contado mil veces esa anécdota tan divertida y que cuando viene a cuento, va uno y la cuenta como si fuese la primera vez y a no ser que el amargado de turno te diga: “Eso ya lo has contado”, los demás reviven la risa primera.

Por eso, si he contado esto o algo parecido, espero el perdón por este supuesto auto-plagio (si es que se ha producido). Que conste que no pienso releerme. Ustedes; hagan lo que quieran que para eso están invitados perennes en este casa.

lunes, febrero 11, 2008

Nani-2




Creo que mi inquilina Nani merece otra entrada en este blog. En parte porque el primero dedicado a su estancia en casa contaba con unas fotos hechas a toda prisa pero que no dejaban de mostrar un tanto periodísticamente, las primeras horas de la gata fuera de su entorno habitual.

Tengo que decir que la adaptación de Nani, está siendo estupenda. Además es que merece la pena conocer a este “bichito”; como cariñosamente suelen llamarla sus amos; pues es un peluche del tipo croqueta, es decir, le encanta que la acaricien a todas horas y una de las cosas que más le gusta es tumbarse panza arriba para ser acariciada en la tripota peluda y suavecita que posee.
También merece la pena reseñar que la ilógica que mueve los pensamientos cósmicos de los gatos, ha hecho que para sestear, Nani haya elegido la silla más cochambrosa que hay en esta casa y que por ese incognito carácter gatuno es su favorita sin igual. Ni sillones, ni mantitas, ni cojines mullidos. La silla birriosa es suya y solo suya.
Aprovecho esta entrada dedicada a Nani para colgar unas fotos con bastante más calidad que las que puse en el anterior. Excepto una, que es de mi cámara, las otras dos, se las debo a tunia, que disfrutó de la niña Nani y a la que fotografió espléndidamente.

jueves, febrero 07, 2008

Nani


Tengo a una inquilina en casa. Se llama Nani y es una bella gata tricolor indescriptiblemente cariñosa. Nani deja que una pareja de amigos vivan en su casa con bastante comodidad, aunque ella se suele reservar el mejor sitio del sofá.
Pero resulta que estos amigos se han liado la manta a la cabeza y han decidido hacer un largo viaje a los Estados Unidos de Norteamérica.
No a todos.
Solo a algunos.
Pero este viaje a ese vasto (y a veces basto) país, entre factura esta maleta, despelótate para pasar el control de pasaportes, etcétera, les va a llevar unos quince días o más, por lo que Nani, ha decidido venirse a pasar una temporada a lo que hasta ahora era una parte de la mansión de los García y que en unos días se convertirá en un apartamento en Madrid que poseerá la minina.
De momento anda un poco atontolinada mirando cortinas, husmeando por aquí y por allá y escogiendo el que va a ser (al menos de momento) su rincón favorito.
Tiempo tendrá de comprobar lo blandito y rico que es el sillón de orejas en el que los fines de semana medito mis hispánicas siestas y me tendré que conformar con dar cabezadas en una silla cualquiera.
A los García nos ha costado un poco que saliese de debajo de un mueble desde donde ha estado llamando por teléfono a no sé quién.
Hace un rato, ha colgado y se ha dignado a tomar un ligero refrigerio y a tumbarse para su sesión de fisioterapia y masaje relajante gatuno.
Las fotos no son muy buenas (de hecho son esas birrias de fotos que saca mi móvil), pero es que me ha dicho que no soporta las cámaras digitales o réflex con flash. Si no se aburren ustedes, les iré contando la exclusiva vida de Nani durante estos días.
Para mañana ya me ha dicho que bajen las señoras de la casa de arriba a entretenerla. Ya he dado las órdenes oportunas.
Bienvenida; Nani.