domingo, agosto 05, 2007

Kaamla

Kaamla es una joven afgana que ha decidido ser libre.
Ha ido recopilando trozos de espejos; unos más grandes, otros más pequeños, redondos, cuadrados, aunque la mayoría tienen esas formas poligonales caprichosas que se suelen deber a la rotura y a la separación en una especie de Big Bang especular de esos trocitos que formaron un todo; un espejo quizás de cuerpo entero que es lo que a escondidas está construyendo Kaamla.

Hoy Kaamla lleva bajo su opresivo chador el último cachito de espejo.
Lo ha ido montando cuidadosamente en una tela, pegando pieza a pieza hasta conseguir lo que se ha propuesto: un gran espejo en el que poder mirarse.

Con un poco de nerviosismo ha sacado el último espejito, la última pieza con la que va a terminar ese rompecabezas tan fácil de hacer; pues todas las piezas son un espejo; pero tan difícil a la vez pues Kaamla ha debido memorizar cada semana, cada mes, qué piezas le faltaban.
Ha ido al desván.
Ha cerrado la puerta con cuidado.
Ha sacado la tela envuelta y escondida tras un inservible mueble y ha pegado el espejito.

Ha colgado el conjunto.
Casi se le para el corazón al verse reflejada a través de los agujeros que su chador tiene para poder ver.

Se ha ido desnudando poco a poco.
Siempre viéndose a través de la red del burka por la que hasta ahora ha mirado el mundo.
Por fin se ha quitado el burka.
Al verse tan bella, tan perfecta, ha empezado a acariciarse entera, a masturbarse sin dejar de mirarse con pasión, a gozarse sin freno.
Kaamla es una joven afgana que ha decidido ser libre.

9 comentarios:

maria josé dijo...

Preciosa historia, Vik.
Besos!

chuliMa dijo...

Vaya, le has dado buen uso a tu nuevo ordenador.
Bonita historia Vito, deja muchos pensamientos que después se convierten en preguntas, y eso es lo bueno de tu cuento.
( Me deja pelin preocupada que pillen a la muchacha haciendo esas cosas, que los "radicales" de por allí, tienen piedras muy grandes.)
Pero pasito a pasito ....

Beshitos

Pluma Roja dijo...

Vaya...
Yo estoy con Chulima, ¡que no la pillen!

Mar dijo...

Me he emocionado, ojalá Kaamla exista y ojalá se acaben todos los burkas visibles e invisibles.
Besos :)

Anónimo dijo...

Es terrible ver el mundo a trav�s de los agujeros del burka, imagino , porque aunque tuve uno en mis manos no me dejron ni probarlo.
Te pod�a pasar una foto para ilustrar el post ;-)

Luciérnaga dijo...

Hola Vitore!! Cuánto tiempo sin pasarme... veo que sigues en activo!
Me ha gustado tu cuento, ese cierre, esa última frase remitiendo al principio, y a todo, es perfecta.

Un beso.

e-catarsis dijo...

Hormosa historia de una libertad reconquistada
;)

novia novata dijo...

Una historia preciosa, de esas que te dejan un sabor dulce en la boca...
Ojalá existieran muchas Kaamla, tantas, que juntas hicieran desaparecer los prejuicios contra el sexo y las mujeres...
Besos!

Vitore dijo...

Gracias como siempre por los comentarios. Estamos en verano y se agradece que alguien lea (no como yo que estoy blogvago)... Lo que me ha sorprendido es no tener esta vez ningún comentario masculino...

Besos; mujeres.