sábado, mayo 26, 2007

Daltonia

Cuando Javi salía a pasear, lo hacía de un modo casi autómata. No porque no le gustase, sino al contrario, porque esta actividad mañanera le llenaba de oxigeno y de gozo por lo que le rodeaba; que en parte era suyo; aunque Javi siempre decía que la naturaleza no nos pertenece aunque se exhiba impúdicamente y nos regale su colorida belleza.

Nada más dejar la verja de la bonita aunque pequeña casa en la que vivía, giraba a la izquierda y tomaba el Camino del Molar. El camino si se usaba; el molar hacía muchos años que no molía ningún grano de trigo y aunque algún habitante del pueblo con cierta inquietud cultural había querido convertirlo en museo, en realidad era un lugar abandonado donde como mucho los jóvenes enamorados del pueblo iban a descubrirse. Javi andaba unos cien metros y se dirigía al Monte Respiro por el caminillo que llamaban de Los Matojos. Ese camino empezaba con una ligera cuesta con árboles y plantas y vallas y montículos de rocas que Javi reconocía a cada paso haciéndose cada vez más pronunciado hasta que se llegaba a la cima desde donde se divisaba gran parte de la comarca. Luego Javi bajaba por unos recovecos que le devolvían al otro lado del pueblo donde ya en llano volvía a su casa no sin antes tomarse un cafetito en el bar de Julio.

Ese día sin embrago, Javi se vio sorprendido por un descubrimiento que le dejó atónito. Nada más empezar a bajar del monte, encontró un camino nunca visto por él y que aparecía flanqueado por tupidos álamos. Pensó que si no se salía del camino al que llamó de momento Camino Nuevo; ya se me ocurrirá otro nombre, se dijo para sí; andaría unos kilómetros y siempre podría desandar sus pasos. El Camino Nuevo le atrajo como un imán, como si una música inaudible le envolviese y le llevase por esa senda casi sin pisarla.

Dicen que el camino que tomó Javi lleva a un sitio del que nuca se vuelve, donde la esperanza es verde, donde la vida es rosa, donde los perros son también verdes, donde las penas y la hierba son azules como los príncipes y donde todos los colores se mezclan casi sexualmente para lograr el desconcierto primero; el ensimismamiento después y finalmente: el deseo de quedarse para siempre en Daltonia.

11 comentarios:

maria josé dijo...

Un cuento precioso.
¿Has leido "Kafka en la orilla"?
Besos, Vik!

Mar dijo...

Lo tenemos siempre ahí y no nos damos cuenta.
No se... yo creo que se puede salir y entrar a nuestro antojo porque, lo cierto, es que también nos gustan los colores oscuros y retorcidos.
¡Feliz finde!!

Cinzcéu dijo...

Dicen que lo malo de Daltonia son unas gentes de piel blanca, cabello dorado y sangre azul que te hacen la vida gris y el futuro, negro. Aunque esas gentes dicen que es culpa de unos de piel castaña y trapo rojo que están verdes de envidia y morados de odio.
Saludos.

la nena dijo...

Si se me perdona la frivolidad:
Había leido "el deseo de quedarse para siempre daltónico"

Que susto...
un besazo

e-catarsis dijo...

Está claro que todo al final es del color del cristal con el que se mira, también dicen por ahí que la belleza está en los ojos del que mira ( no mencionan tonalidades de color)...doy fé de ello y los caminos nuevos ( que no lo son tanto no creas...) se encuentran detrás de cada rododendro del camino incluso si al rododendro lo han cortado para poner un semáforo, el camino está, ahora que... hay que querer andar un poco y si me apuras cerrar los ojos porque la cuestión cromática es cosa muy personal.

La versión heavy de la historia comenzaría preguntando:
¿Qué demonios se estaba fumando Javi?
;-)
Saludos y gracias por el rato, las cortinas han quedado muy bien
:))

Cobre dijo...

¿Pq será tan dificil algunas veces ir por ese nuevo camino aunq te atraiga de un modo casi irracional?, ¿pq seremos tan cobardes?. Menos mal q hay ocasiones en las q te empujan a tirar por él, y después del acojone inicial se empiezan a ver los colorines!. Se nota q estoy de "vacaciones" y más a gusto q un arbusto?? ;))
Besazos coloraos en los morros!!

Grismar dijo...

Dicen que nunca se vuelve de un Camino Nuevo, o porque ya lo recorriste y no hay vuelta atrás, o porque sabés que está ahí y no te animaste a recorrerlo. Besos.

chuliMa dijo...

No todos los caminos nuevos son de colores verdaderos. El color con quien cada uno ve su camino es el que te hace desear quedarte o pirarte a toda pastilla...

En fin, pa profundidades la de los abismos.

Muy bonito tu cuento Sr Vitore. Shaluditosss

Pluma Roja dijo...

Definitivamente, no todo lo malo conocido es mejor que lo bueno por conocer.

Asir dijo...

Daltonia, un buen sitio para andar perdido.

Vitore dijo...

Siempre o casi siempre contesto personalizadamente. Hoy no. Es que estoy escuchando un disco de una brasileña llamada casi como uno de los lectores y amigos de este blog: cinzcéu. La cantante se ha deshecho del cinz y se llama simplemente céu.

Además acabo de escribir un cuento muy corto que voy a publicar ya.

Gracias pues a: maria josé; thalatta; cinzcéu; la nena; e-catarsis; cobre; grismar; chulima; pluma roja y asir....