Dentro del tipo de relaciones que se pueden establecer cibernéticamente, voy a hablar de una cuyo desarrollo me sorprendió desde el principio hasta el fin.
Conocí a rogotta (su nick) en una época en la que me gustaba entrar a una página web en la que se jugaba al afamado pasatiempo llamado Trivial. Entrábamos casi cada noche junto con otros tres o cuatro jugadores tan perennes como nosotros.
Pronto surgió una especie de complicidad y durante un tiempo en el que la página fallaba casi constantemente, nos dimos nuestras respectivas direcciones de Messenger para poder hablar.
Y vaya si hablamos. Hablábamos todas las noches con los otros compañeros. Cuando aquellos abandonaban el chat; rogotta y yo seguíamos conectados a veces hasta la madrugada. No se trataba de una de esas relaciones amorosas –totalmente respetables- que se dan por Internet, sino de esa especie de amistad en la que -con alguien desconocido- se establecen unas conversaciones en las que alguna vez tuve que sacar mi artillería pesada para librar a rogotta de sus depresiones o neuras y que casi solo se pueden dar con esa intensidad en un entorno tan sui generis como el de Internet.
Nos contamos muchas intimidades, muchos secretos confesables o no, muchas ilusiones y también desilusiones, muchos miedos y fantasmas del pasado, me mandó fotos y yo a ella, supe su nombre real (Rosa) y su profesión (cardióloga) y hasta donde trabajaba y vivía (A Coruña). Le gustaba que la llamase “niña”. Decía que le hacía sentirse bien, que la protegían mis palabras y mis bromas o consejos o lo que fuera.
Un día desapareció. Sin dejar rastro. Le mandé correos a su hotmail hasta que el sistema me dijo que esa cuenta ya no existía. Pasaron los meses... Ya hará dos años y poco de esto.
Puede que debiera haber llamado a su trabajo. Pensé que no tenía derecho pues nunca nos dimos nuestros teléfonos y además me dio miedo que me dijesen que hubiese muerto (es que a veces me sale la tragedia de la España profunda).
Al final prefiero pensar que a lo mejor no era tan especial, que a lo mejor fingía risas y llantos y debilidades y sentimientos (como solo se pueden disimular en la red) o que se echó un novio muy guapo y ya no necesitó de mis palabras o que decidió tirar su ordenador o que se fue a curar corazones a un país que ni aparece en los mapas.
Pues eso niña rogotta. Mientras duró estuvo bien. Saludos con cariño desde esta bitácora.
11 comentarios:
Te presto un "tendrías": Tendrías que haber llamado a sus trabajo.
Te presto un "tendrías": Tendrías que haber llamado a sus trabajo.
No estoy con e-jay ,los "tendrías" no sirven nada mas que para comerte la cabeza.
Las cosas se acaban como se acaba la leche del frigo.
Actuó mal, al menos se dice adiós, aunque duela un huevo.
Ya sea una amistad física de tomar cafe o amistad de hablar por internet, la educancia siempre sera la educancia.
Tampoco estoy de acuerdo con los "tendrías". Vaya uno a saber: la tragedia siempre es una opción posible pero también otras como la inconstancia y el simple olvido.
Ahora bien, a mí Rogotta me suena menos a cardióloga gallega que a zaguero central de la Roma, Giovanni Rogotta, por ejemplo. Saludos.
Si lo que hiciste es lo que querías hacer ¿por qué pensar que tendrías que haber hecho otra cosa?. Es complicado saber qué pasó si nunca lo hablaste, en una de esas ella te mandó un mail diciéndote que si querías hablarle la llames, nunca te llegó y sólo vio desinterés (o lo vio sin mail mediante), andá a saber, cada uno pudo haber interpretado al otro a su manera, quizás sólo se trató de un par de chips que no funcionaban. No veo por qué manchar lo que tenían pensando que no es lo que creías.
Totalmente de acuerdo con Grismar, pudo pasar cualquier cosa.
Y si desapareció simplemente pq si, pq no quería saber nada más de ti... bueno pues pensemos en verde, ella se lo pierde!.
Desde ahora te voy a llamar yo a ti Rogotto, y cuidadín con eso de desaparecer de repente eh!! ;)
Un beso y buen finde
e-jay: gracias por tus tendrías (hasta 2) pero la cosa fue como fue y ya no hay vuelta atrás.
tunia: está claro que ese contacto terminó. Me resultó extraño y ahora lo he recordado, pero sin acritud en realidad, sino recordando el hecho.
cinzcéu: lo que me extrañó en realidad fue el silencio de la noche a la mañana. Me contó que se iba a pasar las Navidades a su pueblo y me mandó un desternillante mail sobre el Fin de Año. Yo escribí muchos correos, pero ya nunca fueron contestados. Ni siquiera por el zaguero de la Roma
grismar: todas las posibilidades que apuntas son respetables y factibles, pero vamos, yo al menos si escribí no uno sino varios correos no tanto pidiendo el contacto como preocupado por saber qué había pasado (si es que había pasado algo).
cobre: Yo creo que si desaparezco diré adiós o justificaré mi silencio. No sé. De momento estaré por estos pagos.
Buen fin de semana a tod@s.
...ella se lo perdió...pero ese tipo de gente...que desaparece sin más...y todo el tiempo que ha pasado hablando???...
mmm: a lo mejor es que una vez que se descargan (o lo creen) ya no necesitan a nadie que les hable o les escuche.
Me parece fatal lo que hizo, no tiene justificación, por desgracia ese comportamiento es habitual, sabes que te digo?, que les dennnnnnn, pero no olvides que en la vida real también se dan esos comportamientos.
Un abrazo.
andrea recol: tanto se hizo de rogar que dejé de preocuparme por y de la señorita...
incondicional: ya, pero por muy habitual que sea, uno nunca deja de sorprenderse y desde luego que pasa en la vida real..
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