Yo tengo la costumbre (esté bien vista o no) de antes de entrar en la oficina en la que trabajo, irme al bar de al lado y tomarme un cafetito con leche para despertarme un poco y ponerme las pilas mañaneras.
Hoy había en la barra un hombretón. Enorme, muy tripón. Con un jersey que le ceñía sus carnazas y unos pantalones inverosímiles.
El hombretón ha pedido un cruasán a la plancha.
Al cortarlo se movía la banqueta, los carrillos, la tripona.
Parecía estar cortando un árbol milenario con el tronco duro como el acero.. ¡Rascarascarasca!, ¡ñamñamñam!..
Se movía la barra, se movía el bar, se movía todo el barrio de Moratalaz...
Ha sonado su móvil con una musiquilla de pasodoble oléoléolé.
Con la boca abierta por la emoción del momento, he bebido mi café y mi compañera (ajena al hombretón) y yo, nos hemos ido a trabajar.
4 comentarios:
No sería que todavía no te habías levantado y la musiquilla que sonaba de su móvil no era más que una de esas canciones que suenan en esas radios despertadores que mejor hubieras preferido que se hubiese ido la corriente electrica por un cataclismo nuclear a que sea ese el primer sonido (o mejor ruido)que oigas por la mañana? ¿Y eso todo que se movía no sería tu subconsciente protestando porque no quería despertar?(menudas preguntitas acabo de largar así, como quien no quiere la cosa)
vitore, a mí me está yendo muy bien la medicación. Si quieres, la próxima vez cojo para ti, que en noviembre hay dos por uno.
laura.... ¡qué casualidad!. ¡Al escribir tu nombre lo ha dicho a la vez Patricia Barber en su remake de la antigua canción que acompañaba a la película del mismo título!: Laura. Te aseguro que lo que pongo en mi post es la pura verdad. A esas horas ya estoy bien despierto. No necesito de verdad el café, simplemente me gusta.
Bico; laura
harry.c: pues vale, pásame unas cuantas pastis de esas que lo flipas
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