Todos los años me obsesiono con los anuncios de fascículos que invaden nuestras depresiones postvacacionales y nos instan a empezar colecciones inverosímiles.
¿Cuánta gente empieza esas colecciones?.
¿Cuánta gente llega a comprarse el segundo fascículo?....
Yo conozco a un tipo que se puso a comprar los fascículos para construir el Titanic casi a escala real. Una vez; la única; que fui a merendar a su casa, iba por el fascículo 83, pero el montaje iba más retrasado: por el 35 más o menos.
Creo que lo llegó a terminar, pero como en el último fascículo de la colección, decía; obviamente; que dicho barco se había hundido en su viaje inaugural, el señor Capón Capaño; que así se llama el angelito; hundió la replica en Santa Pola y lloró tanto como su mujer cuando Leonardo di Caprio se congelaba en la mar.
4 comentarios:
Uno de cada dos anuncios es de fascículos: Barajas de colección.
Casa de muñecas andaluza.
Bastión de la Edad Media.
Tanques de la Guerra Mundial... mañana seguiré
YO HE VISTO UNO DE BELENES...FIGURITA POR FIGURITA...OSEA TE MUERES Y NO FORMAS EL BELEN
Ya, y cuando llega alguien a casa y te ve inerte contra el musgo grita:
¡Se armó el belén!
-La Casita de Heidi (¡más grande que los niños que salen el el spot!).
-La Batalla de Waterloo (¡con soldaditos de gran realismo!).
-Relojes de cuerda (¡se ve la maquinaria!)...
Seguiremos mirando. Están sosos este año de todas formas.
Publicar un comentario