lunes, abril 21, 2008

¡Mamá, no quiero estudiar!

Qué sí, que qué mérito y valentía hay que tener para ponerse a estudiar pasados los cincuenta, pero oye, es que últimamente estoy perezoso. Lo que nunca me pasó cuando (como dice mi amigo Manuel) estudiar era mi trabajo, era lo que “tenía” que hacer, me está pasando desde hace unas semanas. Hace un rato, mientras me lavaba los dientes y una vez enjuagada mi boquita de fresa, me he mirado al espejo y me he dicho: ¡No quiero estudiar! Me lo ha dicho el tío que tenía enfrente con tanta convicción y tanta fuerza, que ambos nos hemos puesto a reír como locos a la vez.

Hay que decir que lo que estaba repasando era este absoluto ladrillo que acabo de escanear con un programa llamado ABBYY FineReader 6.0 SprintPlus, que si no de qué me voy a escribir esto. Ahí va el texto. Júzguenme y cúlpenme o perdonen mi risa histérica y rebelde que me incita a no querer estudiar más en la vida…

4.2. LOS MÉTODOS EXPERIMENTAL, CORRELACIONAL Y OBSERVACIONAL

4.2.1. EL MÉTODO EXPERIMENTAL— Características:

  • El método experimental es el procedimiento de contrastación empírica que se lleva a cabo mediante la experimentación.
  • Su aplicación requiere la realización de un diseño experimental que suele hacerse en el laboratorio.
  • El objetivo es comprobar los efectos que se producen en una varible (OJO QUE PONE VARIBLE EN EL LIBRO)
    previamente seleccionada (variable dependiente) a partir de los cambios artificialmente provocados por el experimentador al manipular otra variable (variable independiente).
  • Se trata, en definitiva, de comprobar empíricamente, si esas variables se relacionan de la manera que afirmaba la hipótesis que se pretendía verificar.
  • El método permite que se puedan hacer tantas repeticiones del experi­mento como se quiera, ya sean idénticas (repetición literal) ya sea con algún cambio que interese introducir (repetición constructiva).

El procedimiento:

  • Supone, en primer lugar, la selección de variables.
  • En segundo lugar, la preparación del diseño que se supone más apro­piado, en función de la naturaleza de las variables y de las circunstan­cias que rodean al experimento.
  • En tercer lugar, es preciso ejercer un control de las posibles variables que pudieran influir en la variable dependiente, pero que no han sido elegidas para su manipulación experimental, es decir, no son varia­bles independientes, sino extrañas. A tal efecto, se establece un grupo de control:

  • El grupo de control tendrá las mismas características que el grupo ex­perimental, salvo en lo que afecta a la manipulación de la variable independiente.
  • El efecto del tratamiento se observa en el grupo experimental, debido a la manipulación de la variable independiente.


- El dise
ño clásico es el bivariado, en el que se estudia el efecto de una sola variable independiente en la variable dependiente. Si son varias las variables independientes que se manipulan, el diseño será multivariado....

Para dormirse en los brazos de Skinner, no les digo más…

7 comentarios:

Anónimo dijo...

calla... calla y piensa en el diván...
Ná, traduce el texto de marras a lenguaje de la calle o al que sea entendible, al menos, porque el que ha escrito esto, francamente, no lo ha hecho bien :P
Ánimo y tu sigue... invariablemente o varía, como tu quieras.
¡Un beso!

Cobre dijo...

Será la primavera! (la primavera tiene la culpa de to! ;)), pq a mi me pasa lo mismo y eso q lo q estoy estudiando me gusta y me interesa...

Con semejante coñazo no me extraña q no quieras estudiar, pero como dice Tha, piensa en el diván

Besazos en los morros!

Vitore dijo...

tha y cobre: Nada, no me convencéis. Además ¿de qué diván me estáis hablando? ¿No se os ha ocurrido pensar que es que a lo mejor no quiero hacer psicoanálisis o si quiero hacerlo no quiero ejercerlo?

Hay que aclarar que el diván es un elemento típico del psicoanálisis freudiano en el que el terapeuta tumba al paciente en ese artefacto y se sienta tras él sin contacto visual mutuo.

Grismar dijo...

No sé si ese texto es el que te quita las ganas de estudiar, o sólo la gota que faltaba. Lo bueno de no tener que hacer las cosas es poder elegir libremente (aunque cuando decimos que haremos algo y después cambiamos ya no somos tan libres, aparecen mil presiones que no existían antes de decir que lo haríamos). Respecto del texto en sí, seré contrera, pero no me parece tan mal explicado, sólo que a veces la síntesis hace que todo sea muy denso, si hubiese puesto un simple ejemplo sería mucho más sencillo. Pero podés buscar cómo lo explican en otro lado y quizás el del espejo y vos se sientan mejor. Igual, yo que vos pienso en el diván, por el título, eso de llamar a tu mamá... hay que ser freudiano en la vida. Besos.

novia novata dijo...

Yo me paso los días y las semanas explicando que NO quiero estudiar, justificándome absurda-(o no tanto)-mente.
Qué difícil es de entender para los de fuera, con qué ganas se coge pero... qué pronto se cansa uno!
Yo estudiaré, algún día, cuando me venga bien o le saque un provecho. O simplemente cuando me apetezca!
PD. No estudies. Yo te comprendo ;)
Un beso.

chuliMa dijo...

Pues como no saques buena nota, te voy a dejar sin regalito de cumpleaños, ni de reyes...y te voy a castigar sin cañas ni pinchos...
Tu veeraaaas lo que haces Vitorito

Besoss

Vitore dijo...

chulima: ¿sabes que es lo "malo"?... Que aunque saque cero en todas las asignaturas, mi estatus económico me permite regalarme cañas y pinchos... aunque nunca tan graciosos como si me invitas tú después de mis notazas...