Hace unos minutos que he llegado a casa después de tomar un café con un amigo. Además, al salir de casa, llevaba la idea de comprar algo para regalar a mi padre en su próximo cumpleaños que es el miércoles 16. Cuando me he subido en mi coche no tenía ni idea de que iba a comprarle, pero en la calle de Alcalá he visto la luz y le he comprado un semáforo. Le he dicho a la vendedora que me adjunte un cheque regalo por si no lo quiere, que lo normal es que si lo quiera porque mi padre, otra cosa no será, pero agradecido lo es de un modo natural o resignado, se podría decir. Estoy seguro que si todos los años le regalase una corbata (como hace la mitad de los hijos descerebrados de padres resignadamente agradecidos) diría que es muy bonita, y es que sería muy bonita y no lo diría por decir, sino que le parecería muy bonita, aunque los arabescos en tono pistacho sobre fondo caqui (que manía tienen las jodidas mujeres de ponerle nombres de frutas a los colores) fuesen los mismos año tras año y las corbatas una al lado de la otra, como botellas de vino en una bodega, solo fuesen distintas por su añada.
El caso es que una vez comprado el reloj de bolsillo y escondido para que no descubra las luces rojas amarillas y verdes cambiando a cada minuto, he subido a saludar a mis padres y me los he encontrado salpicados de sangre catódica. Estaban viendo una de esas interminables películas sabatinas de Antena3 que con el consabido epígrafe de “basada en un hecho real” suelen mostrar crímenes inverosímiles y situaciones tan ajenas a ellos que como me decían con más razón que un santo: “Mira que son raros los americanos y que poco se parecen a nosotros (los españoles)”
Es verdad que gracias a Dios y a Bush, no nos parecemos en nada. En la película de turno que estaban viendo, resultaba que una niña de catorce años se enamora de su padre y se pone una careta y mata a la madre y se mete en la cama con el padre y le dice: “Cuando era una niñita me besabas en la boca” mientras el pasmarote del padre no se entera ni de que su mujer está muerta, ni de que la niña está salida y encima por él, ni nada de nada. Luego un vecino le dice a la niña que se vayan a Portland a montar una pensión porque él tiene muy buenas manos y que la ama, así todo junto en un pack. Pues que monte un gabinete de shiatsu, porque ya me dirás para que se necesitan buenas manos en una pensión de Portland ¿para colgar cuadros de Rembrandt?...
Y en esas estamos este sábado.
10 comentarios:
Sí que estabas aburrido este sábado eh... y con ganas de escribir...
Me suena el tema de la peli esa, la han debido repetir muchos días así, seguro que la vi en sueños.
Hazle una foto al reloj ese semáforo, que es curioso.
Y muy majo el cambio de foto.
Un beso
La verdad, es curioso, regalar algo en esta sociedad se ha vuelto un problema, porque parece que todo el mundo tiene de todo, y así nos repetimos con las mismas corbatas, colonias, y demás regalitos.
Hoy sin ir más lejos, había un problema en mi trabajo, ya ves, el jefe (tuvo o ha tenido) un niño, y por normativa general del estatuto del trabajor y persona de esta sociedad, es necesario hacerle un regalo, entoces surge la duda, flores para la madre, trajes para el niño, cohibas para el padre. Bueno, en resumen un dilema porque seguro que no les faltará de nada.
Por eso Victor el mejor regalo que le puedes dar a tu padre es esa visita diaria y esa atención permanente que seguro tu tienes con el.
Esta suciedad de consumo me mata.
Por cierto, FELICIDADES a tu papá.
Seeñorr...
Muy bueno su post y Felicidades a su señor papá.
Me corroe lo del semaforo, pero no voy a preguntar, novoy a preguntar,novoyapreguntar...joe, que leshes...¿Un semaforo?
Beshitoss
tha: Cosa rara eso de las ganas de escribir, pero bueno, me dio por ahí el sábado. El dibujillo pega más con el diseño del blog ¿a que sí?. Mañana le daré el reloj al papi. ¡Beso!
anónimo: Gracias por las felicidades a mi padre. Mañana no como con vosotros. Me vendré a casa a comer con él y los demás. Abraciños.
chulima: Estaría bien lo de haberle comprado un semáforo. Ahora cuando venga el verano, serviría para que mi padre o quien sea de la familia pase antes o después de nuestro gato de casa a la terraza o de la terraza a casa, que Travis (el gato) va a su bola y no cede el paso ni a la de tres. Y no, no es un semáforo el regalito... Un Beso...
Con lo bonito q es el rosa chicle y el verde melón! (de los cuales tengo pintada la habitación. Sí, lo sé, estoy desquiciada para pintar la habitación de semejantes colores). Si sq los hombres no nos entendeis!.
Mi Vito, el otro día fue el cumple de mi padre y si no es por q mi madre me lo recuerda ni le hubiese felicitado. Qué mierda me sentí!. Pero q contengo y feliz está
él con su MP3 nuevo!.
Besazos en los morros, precioso!
Hmmm!Ayer fué mi cumpleaños y hoy es de su padre,seguramente a estas alturas estarán celebrando.
Felicidades y que sean muchos más.
Lamiditas de gata
Lo primero dale a tu padre un achuchón de mi parte.
Lo segundo, ya te imaginaba yo cargando con un semáforo de los de verdad, jo... hasta a mí me hacía ilusión :).
Un abrazo a tu padre y otro para ti.
Muy bonita la entrada y muy chulo el dibujo tuyo con la guitarra. Tienes que hacer más como ése y como aquel otro en el que tienes a la pequeña Alicia. Son muy originales. :D
Es la primera vez que te visito y reconozco que lo del semáforo me ha gustado mucho. Lo veía escondido bajo el abrigo con sus intermitencias.
cobre: Con esos colores no vamos a ninguna parte; que lo sepas. :) Beso.
luna spain: Pues muchas gracias por la felicitación. Me pasé el otro día por su casita de gata para felicitarla también. Luego me paso otra vez. Miaus.
una maruja: Del año que viene no pasa que le regale el semáforo, anda. Beso.
harry.c: Es que esto de dibujar calcando más o menos, me devuelve a cuando aprendía uno sus primeros trazos. Le daré tu abrazo a mi padre. Otro para ti.
sá: Bienvenida a este sitio intermitente como el semáforo que no compré, ni robé, pero que me dio la idea del reloj de bolsillo por esa asociación de ideas inconexas. Hasta la próxima.
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