martes, octubre 23, 2007

Radio Futura

Wenceslao pone la radio como todas las mañanas para escuchar las primeras noticias del día mientras medio dormido se prepara su café con leche y sus tostadas con aceite y tomate.

Aún a punto de despertarse sonríe mirando al pequeño receptor que tiene en la cocina y musita: “Estos cachondos se han equivocado de día, que despiste”.

En efecto al locutor ha dicho: “Buenos días; son las siete de la mañana de este viernes 26 de octubre. Estas son las principales noticias del día...” .

Para cerciorarse mira su reloj y uno que también tiene en la cocina que es uno de esos que se cuelga y que además de la hora pone la fecha y en ambos y en su ordenador que enciende con la taza en la mano dice lo que es: que estamos a jueves 25 de octubre. Las noticias son igual de desastrosas y angustiosas que todos los días, pero Wenceslao escucha un poco sorprendido que al final de las noticias de deportes dan resultados de partidos de fútbol y baloncesto que todavía no se han jugado, o mejor dicho que se van a jugar este jueves que acaba de empezar.

Instintivamente, cuando antes de despedir las noticias dan los números ganadores del sorteo de la primitiva del jueves: “o sea de hoy”; se dice cada vez más despierto Wenceslao; los apunta.

Además dicen que sólo ha habido un acertante desconocido de seis que vive en su ciudad y que se ha llevado el bote de 134 millones de €...

El corazón le da un vuelco, traga saliva y sus testículos se encogen ligeramente. Sale de casa hacia su trabajo y compra el periódico: 25 de octubre. Se mete en el Metro y le dan el 20 minutos: 25 de octubre. Se toca el bolsillo de la camisa donde lleva apuntados los números ganadores y siente otro vuelco de corazón.

Ya en su trabajo espera ansioso la hora de ir a tomar café y se debate entre la idea de jugar los números que escuchó a las siete y pico con sus compañeros o jugarlo sólo. Decide jugar unos números cualesquiera con ellos y fingiendo que tiene que ir al banco cuando vuelve del café, se dirige nervioso al despacho donde se echa la primitiva y la juega.

Respira hondo y trata de calmar la taquicardia que le azota el pecho.

Pasa varios días escuchando las noticias de “mañana” sin atreverse a salir de casa pues el remordimiento de verse millonario a traición le hiere hasta la última de sus entrañas.

El día 12 de noviembre escucha aterrorizado: “Buenos días; son las 7 de la mañana; es martes 13 de noviembre y abrimos con una noticia sorprendente que ayer, debido a otros temas de actualidad tuvimos que obviar. Se trata de la explosión de una bombona de gas producida hace un día; más o menos a estas horas de la mañana; en la calle Pérez Galdós de nuestra ciudad, que hizo que la casa sita en el número 24, se derrumbase por completo. Esta desgraciada noticia tiene tintes tan macabros como curiosos, pues entre los escombros se ha encontrado muerto entre otros a Wenceslao Marcos que vivía en el 4ºC y aquí viene lo curioso, señores oyentes. Las destrozadas manos de Wenceslao Marcos atenazaban el boleto de la lotería primitiva premiado con el bote de 134 millones de € que hace unas semanas recayó en un convecino de esta ciudad y que hasta ayer era anónimo. Según los bomberos, la explosión se produjo en la cocina del propio Wenceslao; que debió despistarse por algo y se dejó el gas abierto."... ¡Pummmm!

14 comentarios:

Anónimo dijo...

También guionista?... pero qué buen, aunque dramático, relato, Vito!.

Es lo que digo, el juego no te salva.

maria josé dijo...

Lo que pienso, Vik: es una historia genial!
Un beso.

siouxie dijo...

Estaba predestinado desde que sus desaprensivos padres le bautizaron con ese nombre impronunciable en su propio idioma.
De haberse llamado Pepe, como todo los españoles, esto no le habría pasado.

(Buena historia, Vic ;)

1+ dijo...

¡Impecable, Vitore! Ya he elogiado acá tus ficciones breves, pero no dejás de sorprenderme... Un abrazo y mi sincera admiración.

Monik dijo...

Me encanta esta historia, porque tiene los dos lados de la suerte.
Parecía que le iba todo bien, hasta que al final le has dado un giro de 360º y me ha resultado verdaderamente impactante.
Saber nuestro futuro nos puede resultar angustioso o eufórico. Dependiendo de lo que se nos avecine. ¿La mejor solución? Vivir sin saber que nos puede deparar en un futuro...

Besicos!

Cinzcéu dijo...

Yo creo que no le ha pasado por llamarse Wenceslao sino por levantarse a las 7 de la mañana. Muy buena historia, ingeniosa y de corte existencialista. Saludos.

Mar dijo...

¡Pero qué bueno, tio Vito!
Sigue... sigue... sigue...

Ana María dijo...

¿No tendrás tu los números? :).

Vitore dijo...

Gracias a todos por leer mis cuentecillos existencialistas (sobre todo éste). Para una maruja en internet; Wenceslao me dijo los números: 1-7-13-15-31-41... Lotería Nacional: 64221... ONCE del viernes: 55269... La quiniela: 1-1-1-x-2-x-x-1-x-1-2-1-2-1; pleno al 15:2... :O

Anónimo dijo...

Buenísimo, buenísimo... Hasta me he imaginado la cara de Wenceslao antes del Pummmm!

chuliMa dijo...

jaja...buenisimo Don Vito, buenisimo

Y pensar que pudo haber haber disfrutado su premio al menos unos días...ayss
Beshitoss de admiración

TICTAC dijo...

Humor negro...wow!con golpe de escena final...genial, Vitore!!
Me ha encantado!!
Me uno a los aplausos y al coro de cumplidos...ahora queremos mas...
;-)

un abrazo!!

novia novata dijo...

Está claro, yo siempre he pensado que lo mejor es ser ignorante de la vida, no saber las cosas, no saber nada absolutamente. Ir por la vida ajeno a todo facilita mucho las cosas. Lo difícil es aprender a renunciar al placer de aprender, de cotillear, de saber más que el vecino, o que el jefe, o que tu padre.
Me ha encantado, como siempre. Sin duda eres una cabeza hirviente!
Besos.

Tunia dijo...

Putada putadon¡¿por que no me cuentas de donde te sacas estos cuentos?Se que algun dia me lo contaras