domingo, enero 28, 2007

Cejas y hoyuelos

Siempre digo que qué juguetona es la mente. Juega con nosotros cuando nos obsesionamos con una canción y al querer canturrearla a la mañana siguiente apenas recordamos dos notas sueltas y estrujamos y estrujamos esas notas y nos sale cualquier otra melodía más bella o más boba, pero no la que queremos.

A mi; como supongo que a todos; me pasaba también esto con la cara de la chica que me gustaba; que cuando eras un quinceañero era una cada semana (como poco).

Uno quería recordar los rasgos de su amada en ese momento y te salían quinientas caras burlonas (las de las semanas anteriores que tanto quisiste recordar) riéndose de tu ineficacia a la hora de trazar la buena, la que en ese día te hacía palpitar el corazón.

Si conseguías por un segundo “verla” en tu imaginación eras feliz en ese segundo que daba paso otra vez a algo borroso que ya no era “ella”.

Si veías físicamente a la chica y la mirabas y remirabas, te parecía inconcebible no ser capaz de recordar esa maravilla con los ojos cerrados unas horas después y tratabas de establecer; como pista infalible; esa delicada curva al final de cada una de sus cejas (dos) o el ángulo único de sus (dos) dulces hoyuelos al sonreírte. Luego, al volver a olvidar sin querer ese rostro sólo veías las cejas (dos) con su delicada curva y unos (dos) dulces hoyuelos con un ángulo único, pero ni rastro de lo demás.

Te desesperabas y te reías a la vez pues parecía que te habías enamorado de Mister Potato, poniendo cejas y orejas y narices sin ton ni son.

Y es que me acuerdo de todas las caras que he conocido en la vida menos de la de “la otra Wendy” (pronúnciese Vendi; no Güendi)…

21 comentarios:

1+ dijo...

Lo que pasa, Vitore, es que si nuestra mente pudiera recordar perfectamente las cosas bellas no sentiríamos deseos de releer ningún poema ni de escuchar viejas canciones ni de volver a encontrar ese rostro especial... y la vida sería muy triste.

Vitore dijo...

1+: ¡Qué razón tienes!.

Cinzcéu dijo...

Hace un par de días veía Strange days, film malo, en el cual ella le dice a él (que almacenaba archivos de un amor que ya había sido) algo así como: "Los recuerdos están sujetos a borrarse y eso es por alguna razón". Lo que no se borran son dos cejas o dos hoyuelos que no significan nada, excepto todo. Y eso es por alguna razón o no.

Grismar dijo...

Adhiero a 1+. Recordar lo que algo, o alguien, nos hizo sentir, pero no poder reconstruirlo en la mente nos lleva a querer volver (o no) para volver a sentirlo (o no).
besos

Anónimo dijo...

De ahí Grismar que a veces es mejor poder reconstruir en la mente a alguna -ex para no caer en la tentación de querer volver a ver y sentir...

Ana María dijo...

Puede que la hayas recordado tanto, tanto, tanto..........:).
Pero eso hoy en día tiene fácil solución, pídele una foto:).

Vitore dijo...

tutti: Este no recuerdo de este rostro en concreto es más curioso que de enamoramiento. Es decir; si no vuelvo a ver o a recordar a esta bella mujer (o no) no me suicidaré (o no)... En cuanto a la foto... ¡Se la puedo pedir a mi amiga que es amiga de de esta mujer que no es mi amiga! :)

Monik dijo...

Sobre esto de querer recordar y no poder es algo que entra verdaderamente rabia. Cuando quiero saber alguna canción y no lo sé, me intento tranquilizar, tarareando la melodía, pero en cuanto no te saben descifrar tal canción, me enciendo y hasta ponerme agresiva por ello.
Saludos!

Monik dijo...

Sobre esto de querer recordar y no poder es algo que entra verdaderamente rabia. Cuando quiero saber alguna canción y no lo sé, me intento tranquilizar, tarareando la melodía, pero en cuanto no te saben descifrar tal canción, me enciendo y hasta ponerme agresiva por ello.
Saludos!

Vitore dijo...

monik doble: Bienvenida a esta blogcasa... Pero tú por lo menos tarareas la melodía. Lo malo es cuando ni siquiera recuerdas dicha melodía. ¡Como para recordar la letra! :)

Hasta otro día. Besos.

Anónimo dijo...

Ufff... yo solo tengo memoria para el corazón, a veces me da miedo que llegue el día que no recuerde a mis niños de bebés... ¡jo!

(Feliz cumpleaños, peter pan)

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños papá. Muuaks. Que sigas tan estupendo por al menos 250 años más. Tu hijo, que aunque desaparecido de la virtualidad, te sigue queriendo desde la realidad. ^_^ Feliz cumpleaños.

Cobre dijo...

Pero ha sido tu cumple y ni mi santísima madre ni mi hermano me lo han recordado!!!???, qué mal, quéeee mal!!.
Felicidades y miles de besazos enooooooormes.
En tu honor voy a cambiarle los complementos a mi Mr. Potato, es decir, q le pienso poner de bombero!!! ;))

Besos Vito!

Anónimo dijo...

pero mujer.... lo que deberías es ponerle desnudo jejejejeje ;)))))

Pluma Roja dijo...

Ayyyy, se me pasó un díaa, qué cabeza!
Felicidadeeeees!

Vitore dijo...

tha: Gracias guapa. ¿Tú no estabas enganchada al juego ese de ejercitar la memoria que no recuerdo como se llama?... ;) Besos.

anónimo: Gracias hijo. Algún día me contarás por qué has abandonado la blogosfera tan de sopetón. Besos.

cobre: ¡Qué descastada!. Anda, despelota a Mr. Potato. Besos.

pluma roja: Es que mi cumple es como una condena judicial; 51 años y un día de prisión menor :) Besos.

Anónimo dijo...

Nos olvidamos de las caras de las personas amadas cuando hemos superado su pérdida sea cual sea,es una forma de ir subiendo y dejando atrás nuestro pasado

Tunia dijo...

Lo bueno ya no es solo querer o poder recordar su cara; lo mas interente del recuerdo en si es poder cerrar los ojos y volver a ese momento e intentar volver a vivirlo.
Besitos compi

Vitore dijo...

carmen: En cambio uno recuerda la cara de Espinete quiera o no. Bueno; tampoco me importa; animalillo.

tunia: ¿Sabes que ayer conseguí acordarme de la cara de esta Wendy mientras hablaba con harry.c?... ¡Qué caprichosa es la memoria y el recuerdo!.

Besos; compañera.

TICTAC dijo...

jajajaja!!! Que bien lo has relatado....
Lo que pasa es que la mente es picarona...cuando menos te lo esperas y sobretodo en el momento menos adecuado te lo recuerda todo...

Un abrazo!!

ARR dijo...

Siempre es igual, me temo; sexo, sexo ¿me equivoco?