Ayer; motu proprio, se me ocurrió escribir un semi relato en modo Moncho Borrajo.
Si hay alguien que no conozca al tal Moncho, diré que es un actor, showman o como le quieras llamar, que en directo te hace un poema con las palabras que le suelte cualquier espectador. Un improvisador que te guste o no, suele ser brillante el muy cabrón.
Resulta que tengo una amiga en Facebook a la que le gustan palabras tan sugerentes o sencillamente inconexas como: sui generis, motu proprio (que no se dice de motu propio, sino así, sin el "de" de delante y con esa erre en medio que traba la palabra propio), Wisconsin, fiscal del distrito, Transilvania.... así que decidí ponerme en modo Moncho Borrajo y escribí esta entrada en Facebook, con todas esas palabras y alguna más, que copio y pego.
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Frank Wolf es un tipo muy sui generis. Hace años, motu proprio, dejó
su aburrido puesto de fiscal del distrito en Madison (Wisconsin) y se
trasladó a un barrio parisino en el que vive encantado en su pequeño
apartamento, lejos del bullicio de la urbe y de toda responsabilidad
funcionarial.
Un poco por
casualidad, se ha convertido; desde el miércoles de la semana pasada; en
una especie de detective privado. Un antiguo compañero suyo; Bill (Cat)
Stevens; también estadounidense y que por otros avatares vitales, tiene
su residencia en Bucarest, le hizo partícipe de un extraño homicidio en
Alba Iulia, capital de la región de Transilvania.
El homicidio o asesinato; aún no se sabe; tiene tintes vampíricos y aunque esto de Dráculas y vampiros, siempre le ha parecido a Frank una soberana tontería, sí que le puso los pelos de punta al escuchar la descripción de la escena del crimen: “mujer blanca, desnuda, con incisiones en el cuello como si le hubiesen clavado dos o tres clavos, con sus manos tapando sus ojos y una pequeña estaca en la boca, con la punta hacia fuera”….
El homicidio o asesinato; aún no se sabe; tiene tintes vampíricos y aunque esto de Dráculas y vampiros, siempre le ha parecido a Frank una soberana tontería, sí que le puso los pelos de punta al escuchar la descripción de la escena del crimen: “mujer blanca, desnuda, con incisiones en el cuello como si le hubiesen clavado dos o tres clavos, con sus manos tapando sus ojos y una pequeña estaca en la boca, con la punta hacia fuera”….
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