sábado, febrero 14, 2009

El misterioso caso de los dos cuchillos y los dos tenedores fugados


L
a foto adjunta, muestra el conjunto de cubiertos de esos baratillos del IKEA que constan de seis cucharas soperas, seis tenedores y seis cuchillos, además de seis cucharitas de postre o café que no aparecen en la foto porque son pequeñas y están durmiendo o jugando por ahí.

Si se fijan ustedes bien, verán que como reza el título de este post; dos tenedores y dos cuchillos han desaparecido del cajón (aunque el cajón no aparece en la foto, lo constato) donde descansaban hasta cumplir su función gastronómica, con sus cuatro colegas de profesión, pues aunque a los humanos nos sirvan para no andar comiendo con las manos como neandertales, no es lo mismo ser una cuchara, que como su femenino nombre indica, acaricia nuestros labios y algunas veces bromea retozona con nosotros (como buena fémina) quemando con su líquido insospechadamente ígneo nuestra delicada lengua o nuestra finísima piel del paladar mientras expresamos con sorpresa: "¡¡Su puta madre, joder como quema la sopa de los cojones... uuffff, aguaaaaa...!!" a la par que la cuchara pone cara de a mí que me registren, haber soplado, yo no tengo la culpa de que seas tan ansioso...

El cuchillo, en cambio, es un tipo musculoso que lo mismo te parte por la mitad un pan, que te corta un filete de segunda, duro como la piedra, pero que sucumbe a su fuerza cuchillera a base de empeño. Como todos los brutotes, tiene sin embargo su lado sutil y dulce, pues también es capaz de hundir su controlada fuerza en un tocinillo de cielo o en un dulce de membrillo.

El más simplón de todos sin duda es el tenedor, ya tenga tres pelos o cuatro, la oquedad que aparece entre sus dientes, parece denotar una falta total de encéfalo, dándole igual pinchar un trozo de merluza, que una patata, que un trozo de naranja preparada. A él lo que le digan, no le pagan por pensar, así que seguro que la decisión de largarse del cajón, ha tenido que surgir de alguno de los cuchillos.

Quizás se han ido de casa a cortar y pinchar comidas orientales, cuyo tacto excite sus almas y les haga sentir...

8 comentarios:

Chasky dijo...

Pues no sé a dónde van a parar pero seguro que nos soprenderíamos de la cantidad de cubiertos fugados que hay en el mundo a lo largo de un año.

Hay que investigarlo porque en algún lugar tendrán que estar.

Juls dijo...

Ostras por Dios, qué jartón de reir...

También opino que habría que hacer una investigación al respecto. Además de con cubiertos, con los principales fugados de la casa: los calcetines... tinoninonino...

1+ dijo...

Si en la nueva generación sólo hay cucharitas y ningún cuchillito o tenedorcito, ¡la especie de los cubiertos está en vías de extinción!
Según mi experiencia, un método que suelen usar para fugarse de la casa es esconderse en la bolsa de la basura, camuflados entre los restos de comida...
Un abrazo.

Cinzcéu dijo...

Para mí que un humano se ha llevado el par faltante a su lugar de trabajo para hacerlos sus auxiliares a la hora del almuerzo. O bien el cuchillo -"un tipo musculoso" y, en este caso, gay- haya raptado al tenedor -"a él lo que le digan..."- y hoy viven felices en su nido de amor. De ser así, promete un mundo de mayoritarias cucharas y cucharitas; es decir, una cubertería más bien matriarcal.
Saludos.

Palabrasalbapor dijo...

Muy bien contado. A mi me pasa con todo, se me fugan hasta los vasos y como son de Ikea no se me han roto. Por no hablar de cucharillas y de los ya nombrados calcetines. Lo de que se esconden en la basura, me parece lo más acertado.

Un beso

siouxie dijo...

O quizás se fueron con alguien de picnic y se quedaron a vivir en el campo. Descubrirían su amor por la naturaleza, no?. Al fin y al cabo, la otra opción de fuga era la basura...

Vitore dijo...

Chasky: ¿Quién sabe dónde?...

Juls: ¡Es verdad!... A mí se me fugan en parejas, aunque algunas veces me he encontrado uno sin su par silbando disimuladamente...

1+: Una de mis últimas invitadas, interpelada ante al ausencia de los cubiertos, confesó de rodillas, que ella suele tirar cubiertos y más cubiertos a la basura, dice que "sin querer"... La creeré, jaja.

Cinzcéu: Lo del humano que se hubiese llevado los cubiertos al trabajo o a donde sea, ya lo pensé, pero también interpelé (esta vez a mi hermana) sobre si se había llevado estos cubiertos y que para qué quería cuatro, ni que fuese un pulpo y no supo de lo que le estaba hablando, así que cobra fuerza la tesis de 1+

Alba: Igual somos tan insoportables y tiranos con los objetos, que acaban escapando a la mínima ocasión, jeje.

siouxie: Queda bonita tu teoría... Ojalá no haya sido la basura su destino...

Anónimo dijo...

yo me creo que el dia que menos creas estaran por ahi escondidillos y tendras a tus ojos la nueva generacion: "cuchidores" jajaja habia ke ver
Anonima2 :P